Tras las modificaciones de la Ley de Arrendamientos Urbanos acometidas a mediados de 2013, la inscripción del contrato de en el Registro de la Propiedad puede tener importantes beneficios para propietario e inquilino, sobre todo ante determinadas circunstancias. Es cierto que la inscripción tiene un coste superior al simple contrato privado entre las partes, pero hay ocasiones en las que una correcta garantía es imprescindible.