Detrás de la mirada de José Luís Fuentes se esconde inequívocamente la del mirada del chaval que llegó con apenas 18 años a una empresa de administración de fincas para trabajar, casi por casualidad, a media jornada en temas de contabilidad mientras estudiaba empresariales. Sin saberlo ese chaval iba a convertirse en historia viva de la evolución y la adaptación al cambio de CAFUR, y por ello, sin exagerar, en parte de la transformación inmobiliaria de la ciudad condal.
Las grandes historias de amor empiezan siempre con un flechazo, y esta sin duda es una gran historia de amor entre un profesional con una vocación por aprender, crecer y diferenciarse voraces y una compañía que lo supo ver y le dio la confianza y las herramientas necesarias para hacerlo. Desde la informatización de los procesos a la ayuda en el desarrollo y gestión de la vila olímpica de Barcelona, desde el papeleo de gestión de un ayudante de contable a la participación y dirección de todas las áreas de una empresa familiar compleja. Hoy entrevisto a un ejecutivo que está al día de todo, que sabe cómo tienen que funcionar todas las áreas de negocio y que tiene esa experiencia que no se enseña, que se vive.
25 años son bodas de plata
Pues yo las he superado de lejos..
Qué es lo que hace que un estudiante de empresariales que entra a hacer horas de contable en una empresa acabe pasando y dirigiendo todos todos los departamentos?
cuando entre en CAFUR vi enseguida que casaba con mi mundo. Soy una persona curiosa, que le gusta aprender y que se forma y aquí había un muy buen proyecto y mucho por hacer, la mezcla perfecta.
Y ¿Cómo se va construyendo ese avance?
F en el 76 yo estoy de contable entra el sr Lahoz, el padre de Regina, en ese momento se me encarga ocuparme del pago de impuestos, y decido empezar a estudiar derecho para aplicarlo a mi día a día. Siempre he querido aprender y saber más de aquello que me ocupa, por mi cliente y para diferenciarme de los demás.
Carai! ¿En qué más te interesaste?
Pues desde los recursos de Valoración catastral del 78 al 80 a la informatización de la compañía; de hacerlo todo a mano a tener el primer IBM pasando por fichas y cinta, diskettes etc etc…
¿Qué proyecto recuerdas con más cariño?
Haber sido impulsor de la Supra comunidad de la vila Olímpica del 92. Cuando las olimpiadas acabaron la Vila Olímpica se transformó en viviendas y nosotros estuvimos allí para ayudar a crear y ordenar las comunidades de propietarios. La supra comunidad era la comunidad de todas comunidades, fue como formar parte de la creación de un nuevo barrio en Barcelona. Incluso recuerdo cómo conseguí organizar un único seguro para la supra comunidad, que hasta entonces apenas se había hecho antes.
No parece fácil…
Ni lo fue, fue un esfuerzo conjunto entre vecinos, empresas constructoras, administradores, policía… toda una aventura… Pero se demuestra que cuando hay voluntad común en un proyecto y se tiene claro el fin el camino, aunque complicado, se acaba haciendo.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en el mundo del sector inmobiliario?
El cliente, el tratar con las personas, ayudar al otro te hace feliz a ti y te llena de orgullo y satisfacción. Durante los años 80, por ejemplo, a través de los recursos sobre valoración catastral, ayudamos a algunos de nuestros clientes a no tener que pagar más de un millón de pesetas en impuestos que no tenían porque pagar, y eso era mucho dinero en esa época. Cuando haces bien tu trabajo y las cosas salen es espectacular.
¿Qué crees que ha cambiado bajo tu punto de vista estos años trabajando en el sector?
Pues mucho. Antes era todo más directo, quizás más cercano; eso tenía cosas positivas y cosas menos positivas. Como positivo, al tener un trato tan directo era imposible atender todo lo que atendemos hoy día, en eso la tecnología sin duda nos ha ayudado. Como menos positivo, por ejemplo, ese trato tan directo hacía que conocieras a la perfección y de forma muy personal no solo el patrimonio del cliente sino al cliente mismo. En eso la tecnología nos separa del trato con el cliente. Encontrar el punto medio entre lo primero y lo segundo es el reto.
También cabe decir que ser administrador de fincas y de patrimonio hace 30 años era más fácil, hoy día las normativas, la legislación en general y la falta de tiempo de las personas hacen imposible que uno administre su patrimonio o la comunidad de propietarios donde vive y lo haga bien, sin correr riesgos legales. Antes era todo más sencillo.
Y alguien como tú, que ha vivido de primera mano la digitalización de las empresas y ha participado activamente en la de CAFUR, ¿qué crees que está por venir?
La tecnología tenemos que entenderla como un medio y no como un fin. El día que la entendamos como un fin en sí mismo, la persona que está detrás no tendrá cabida en el negocio. Nuestro trabajo es totalmente prescindible si no aportamos más valor que el que aporta cualquier software. La tecnología es una herramienta más que nos sirve para diferenciarnos y ahorrar al cliente tiempo y dinero en trámites y gestiones, nosotros estamos para que la toma de decisión de esos trámites, gestiones y, en definitiva, caminos, sean los adecuados. Para ello es imprescindible conocer bien a quien tienes delante porque estas decisiones se deben tomar en función de su perfil y sus intereses, eso es lo que realmente te diferencia, eso no hay software que lo haga, ni creo que lo habrá.
Es decir tenemos gestores de comunidad, patrimonio y ventas para rato…
Jejeje sí, siempre que seamos capaces de aportar valor a aquel que nos contrata más allá de lo transaccional. Nuestro trabajo ha pasado más del “qué” y la pura gestión al “cómo”, analizar distintas alternativas y representar al cliente en aquello que necesita como especialistas.
Esto de representar al cliente suena bien…
Al final nuestro trabajo es representar al cliente y sus intereses tanto dentro de la compañía, ante nuestros departamentos de servicios internos, como fuera ante la administración, inquilinos, compradores, industriales. Cuando entiendes esto ves que lo que hacemos es tan imprescindible como cualquier abogado o arquitecto en sus respectivas áreas.
Muchas gracias José Luís.
A ti!